viernes, 14 de mayo de 2010

Calidad del aire

(Imagen Diario El Mercurio, 1 de agosto de 2008)
Unos meses atrás, asistí junto a un grupo de dirigentes vecinales a un seminario sobre “Calidad del aire en la ciudad de Valdivia”, seminario organizado por CONAMA de los ríos, ahí pudimos corroborar lo que desde hace bastante tiempo estábamos percibiendo principalmente en las tarde de otoño e invierno, como poco a poco se ha ido deteriorando la calidad del aire en nuestra ciudad de Valdivia.
Motivado a la vez por la urgencia del tema sostuvimos una primera conversación con Juan Cerpa, profesional del Área de Control de la Contaminación de Conama regional, sobre la necesidad de plantear esta problemática a los vecinos y poder levantar una demanda colectiva de los vecinos de villa Claro de Luna para el consumo de leña certificada, posterior a ello sostuvimos una reunión informativa con los vecinos acompañados también por gente del COCEL.
En una primera instancia levantamos una demanda colectiva de 100 metros de consumo de leña, confiando que si lográbamos un precio atractivo esta misma demanda iría en aumento, lo cual no prospero exclusivamente por un tema del costo de la compra de leña certificada, la cual evidentemente tiene un precio que la hace mas cara a la leña que se compra en forma informal, producto que ella no cancela IVA y no debe cumplir con los necesarios requisitos de certificación.
Si bien no son cuestionables los múltiples beneficios del consumo de leña certificada, equilibrando la diferencia del costo económico en calidad de la calefacción y cantidad de consumo, porque finalmente esta comprobado que la leña seca da mejor calefacción y permite finalmente controlar un menor consumo de leña, es también necesario replantear el tema dirigiendo acciones que realmente estimulen el consumo de leña certificada.
Entendiendo que los sectores medios bajos son los que representan los amplios sectores poblaciones es pertinente estimular mediante la creación de un subsidio especial o exención del IVA la compra de leña certificada. Este subsidio o exención de impuesto puede aplicarse uno y no más allá de dos años, lo cual sería un incentivo para la compra de leña certificada y que además en la práctica enseñaría al vecino los beneficios en la mejoría de su calefacción y finalmente en ahorro en la cantidad de leña a consumir.
Se hace difícil que nuestros vecinos puedan entender de calidad de aire cuando comprando leña informal puede ahorrarse un promedio de 6 mil por metro y con suerte puede encontrar leña seña, se hace difícil cuando hemos creado una cultura individualista donde muchas veces somos conscientes de los problemas que nos aquejan pero que terminamos de una u otra forma justificando nuestro propio actuar y culpando a los demás de nuestros propios males.
Finalmente creo que la calidad del aire de nuestra ciudad es un tema urgente que requiere medidas urgentes que convoquen a cuidar el bienestar y salud de nuestra población y principalmente por el bienestar de nuestros hijos, de ello todos somos responsables.
Jaime Rosales O.
jj.vv. Claro de Luna

1 comentario:

Verónica Munita dijo...

Más que jugárselas por la leña certificada, las ciudades con problemas de contaminación deberían exigir que los vendedores de este combustible comprueben el nivel de humedad a través del uso de medidores en cada transacción. Esto debería ser exigido tanto por las autoridades fiscalizadoras como por los mismos usuarios.

Más información y apoyo al uso de leña sustentable en www.energialimpiabiomasa.cl.